En
América Latina existe un patrón común de violencia contra las mujeres e
impunidad en el sistema de justicia, motivo por el cual 92% de los feminicidios
en la región quedan impunes, refirió Elba Beatriz Núñez, coordinadora regional
del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las
Mujeres (Cladem).
De acuerdo con esa organización, por día se registran 500 episodios de violencia
sexual en contra de las mujeres en la región; siete de cada 10 mujeres han
sufrido algún nivel de violencia, y de 17 a 53% quedan afectadas por violencia
sistemática. Aunado a ello, planteó que existe preocupación por la
persecución y criminalización en contra de las defensoras de los derechos
humanos.
Es un fenómeno con mayor presencia en Centroamérica, pero lamentablemente se
está extendiendo a otras subregiones de América Latina. Por ello, la
Subcomisión Latinoamericana de Derechos Humanos ha llamado la atención de los
estados, a fin de que den garantías y protección a estas defensoras, muchas de
ellas asesinadas de manera sistemática.
En
compañía de Elizabeth Cabero, secretaria ejecutiva de la oficina regional de
Cladem, y María Edith Oviedo, vocera de la Campaña por una educación no sexista
y antidiscriminatoria, Núñez indicó que en América Latina existe una gran deuda
hacia el género en varios renglones: educación, salud, acceso a la justicia,
maternidad, empleo, combate a la pobreza y otros.
Causas
La causa: los gobiernos no asignan el presupuesto necesario, ni desarrollan las
políticas públicas indispensables para revertir el deterioro de las condiciones
de vida del género, combatir la violencia y otras situaciones, pese a que se
han emitido leyes muy avanzadas. De nada sirve que haya leyes punitivas, si no
hay presupuesto ni programas integrales para la protección a la mujer, dijo
Núñez.
Advirtieron que la trata de personas, el narcotráfico y el crimen organizado
han influido en el aumento de los feminicidios, cuyo incremento también obedece
a la impunidad.
Respecto a México, dijeron que aunque el gobierno federal ha ratificado todos
los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos, sigue siendo
omiso en el cumplimiento de la sentencia de Campo Algodonero, emitida en 2009
por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Otros grandes deudas por parte del Estado mexicano son: la ausencia de medidas
de protección para evitar los asesinatos contra las mujeres; la flexibilización
laboral que está llevando a la precarización de las condiciones de vida del
género; el aumento de muertes maternas y la carencia de políticas de combate a
la pobreza que hagan de las mujeres agentes de cambio.
Reportagem de Elizabeth Velasco
C./Adital
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