03/06/2011

Argentina: Una guía escolar contra la corrupción trajo polémica

A iniciativa argentina tem todo nosso apoio. Pensamos que é fundamental ensinar as bases da ética na escola desde os primeiros anos. Desta forma e apenas assim é possível mudar comportamentos e formar cidadãos conscientes e íntegros. O Brasil deveria seguir este exemplo.



El gobierno nacional elaboró una guía para que los docentes secundarios de todo el país trabajen en las aulas sobre el tema de la corrupción. A través de acciones frecuentes de la vida cotidiana, como copiarse en un examen o colarse en el tren, se interpela a los jóvenes y se los convoca a reflexionar. Tanto, que compara esas transgresiones con la corrupción de Estado.
El texto parte de la base de que “la corrupción tiene su raíz más profunda en un rasgo cultural”. Al referirse a la “gravedad” de diferentes tipos de transgresiones, pone el caso de “ un funcionario que se queda con dinero destinado a insumos para los hospitales ” y se pregunta si es legítimo compararlo con viajar sin pagar boleto. La respuesta es que “si bien en muchos casos la diferenciación es correcta, la manera de leer la gravedad puede ser cuestionada”. Lo argumenta así: “Cuando pensamos en una práctica transgresora extendida en la sociedad, por más pequeña que parezca (arrojar papeles en la calle) no debemos medir la gravedad solamente por el tipo de acto transgresor que un individuo realizó, sino por el volumen de individuos que lo hacen generando así una condición adversa que no existiría si ninguno o muy pocos lo hicieran. En esta segunda lectura podemos tomar conciencia de la gravedad de esta acción al comprender que todos los papeles arrojados tapan cloacas y canales que contribuyen a las inundaciones en la que, muchas veces, mueren personas”.
La guía generó polémica. El abogado constitucionalista Daniel Sabsay lo interpretó como “la minimización de una terrible actividad como es la corrupción. Es absurdo, como comparar peras con manzanas. Uno es un acto privado de una persona privada. El otro es cometido por un funcionario público cuyas acciones deben presumirse legítimas y que defrauda a la ciudadanía”. La crítica es que en ningún momento se pone de manifiesto esa diferencia clave. En cambio, se buscan las coincidencias.
La guía fue realizada por la Oficina Anticorrupción, que ayer rechazó los cuestionamientos (ver No es para...). La repartición había informado en un comunicado sobre un convenio con el portal Educ.ar, del Ministerio de Educación, para difundir a un millón de alumnos este cuadernillo de 62 páginas, titulado “¿Y vos qué?” , a través de la materia Formación Etica y Ciudadana. Lo acompaña un DVD que ficcionaliza las transgresiones de un personaje llamado “Juan”.
“Hay que tener cuidado con alterar los valores básicos de la democracia –opinó otro abogado constitucionalista, Gregorio Badeni–. No se puede reducir la gravedad de la corrupción de un funcionario público. Esto tendría que quedar claro en la guía, reforzando la idea de que la corrupción cometida desde el Estado es mucho más grave que la de un ciudadano común. Este material debería haber pasado por más filtros para evitar picardías y tergiversaciones”.
Hernán Charosky, ex miembro de la Oficina Anticorrupción y actual director ejecutivo de Poder Ciudadano, dio otra mirada: “Lo importante es el ejercicio que se propone a los alumnos, que busca revisar las categorías de evaluación sobre si un acto corrupto es grave o no. Se trata de evaluaciones de legalidad y de utilidad pública. Es un ejercicio de ética. Y lo que se dan son ejemplos. Pueden gustar más o menos esos ejemplos, pero no me parece que se esté minimizando la corrupción estatal. Es irrelevante en el marco del objetivo, que es no quedarnos con el sentido común más obvio”.
No lo consideró así Andrés Gil Domínguez, profesor de Derecho Constitucional de la UBA, que aseguró: “Es como decir que el terrorismo de Estado y la delincuencia común son lo mismo. Son contenidos mal construidos y mal comunicados. No es un buen mensaje para los alumnos en términos de cultura constitucional. La intención de prevenir y combatir las transgresiones en la vida cotidiana puede ser buena para trabajarla desde la escuela, pero se anula con una postura conceptualmente equivocada”.
Para Juan Carlos Vega, diputado de la Coalición Cívica y presidente de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, “la guía debería decir que la corrupción es un delito del poder siempre. Que la gente tire papelitos en la calle, en cambio, tiene que ver con la desesperanza, porque los que violan la ley son siempre personas del poder”. Vega es autor de un proyecto de ley para aumentar las penas por corrupción de los funcionarios públicos que perdió estado parlamentario, lo que atribuyó a la falta de apoyo oficial.
El cuadernillo
“Pareciera existir la noción de que tener la intención de transgredir, por ejemplo cuando un funcionario lleva a cabo un acto corrupto, es muy diferente que hacer una transgresión simplemente porque surgió una oportunidad. ¿Pero es así?”, se pregunta el texto. En la página 39 dice que hay una diferencia en la gravedad de las transgresiones pero que ambas tienen en común “la intención de transgredir”. Y luego, en la página 43, ya cuestiona la manera de leer la gravedad. Concluye que tirar papeles en la calle puede terminar con personas muertas.


Reportagem de Pablo Sigal publicada no jornal argentino El Clarín (http://www.clarin.com/sociedad/educacion/guia-escolar-corrupcion-trajo-polemica_0_492550844.html)
foto: atitudesdeanacristina.blogspot.com

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