Um exemplo a ser seguido por toda a América Latina:
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha confirmado hoy que las empresas  tendrán hasta agosto para regularizar a sus empleados que estén trabajando "en  negro". El responsable del departamento ha explicado durante que el plan contra el empleo sumergido que el Gobierno aprobará  mañana presumiblemente por decreto, lo que supone su entrada en vigor en cuanto  se publique en el BOE, incluirá un plazo de tres meses para que las empresas "se  pongan al día" y que, una vez transcurrido este tiempo, endurecerán las  sanciones contra quienes empleen a personas irregularmente y sin pagar a la  Seguridad Social.
De hecho, el ministro ha destacado en una entrevista a TVE que el plan contribuirá a reforzar los  ingresos de la Seguridad Social. En cuanto a la otra incógnita que queda  pendiente por desvelar sobre la iniciativa, el segundo borrador del plan prevé  reconocer seis meses a los trabajadores que se les dé de alta en el proceso  voluntario de regularización de cara a futuras prestaciones de desempleo o de  pensiones. En todo caso, Gómez ha defendido que en ningún momento habrá una  amnistía ni un perdón para las empresas y ha asegurado que, en todo caso, el  periodo de regularización voluntario será una "advertencia".
Los empresarios que regulen la situación de sus trabajadores en los próximos  tres meses no serán sancionados, pero eso no les impedirá tener que pagar las  cotizaciones aplazadas, para lo que el Ejecutivo ha previsto una serie de  facilidades. Una vez agotado ese período, los patronos deberán hacer frente a  sanciones más duras que las actuales. También afectará a los empleados que  compatibilicen el cobro del desempleo con trabajos por cuenta propia o ajena,  que perderán la prestación. "No es tanto mirar qué han hecho las empresas en el  pasado como ayudarlas a que emerger empleo y que se generen ingresos para la  Hacienda Pública", ha añadido Gómez.
El Gobierno pretendía sacar adelante la iniciativa de la mano de sindicatos y  patronal, pero las divergencias con las centrales han hecho imposible  alcanzar un pacto. Para los sindicatos, el plan es poco ambicioso y, en buena  medida, es una operación cosmética para satisfacer las exigencias de Bruselas y  los mercados en este sentido.
"No resulta adecuado ni en tiempo, ni en forma, ni en contenido, porque ni va  a aflorar el grueso de este empleo, ni va a mejorar la protección de los  trabajadores, ni va a aumentar los ingresos públicos, ni va a eliminar la  competencia desleal entre empresas", ha reiterado UGT a través de un comunicado.  Además, advierte de que el elemento disuasorio del plan -las futuras sanciones  más duras- "se pierde al no ir acompañado de un incremento de los medios de la  inspección".
Sobre estas diferencias, el ministro ha reconocido que "algunas" de las  sugerencias que ha realizado los agentes sociales serán incorporadas al ser  "razonables", aunque no ha entrado a concretar cuáles.
Del lado de los empresarios, no ven con buenos ojos que si bien el plan es  temporal, las sanciones a los incumplidores tendrá carácter permanente. Sobre  este punto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió  ayer miércoles con el máximo responsable de la patronal CEOE, Juan Rosell, para  hablar sobre el plan de empleo sumergido, y también sobre la reforma de la  negociación colectiva, aunque no ha trascendido su resultado.
fonte: http://www.elpais.com/articulo/economia/empresas/tendran/agosto/regularizar/trabajadores/elpepueco/20110428elpepueco_6/Tes
foto: psolse.wordpress.com

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