12/03/2015

Todo nosso apoio aos pesquisadores das universidades da Andaluzia

A situação se repete. Tanto no Brasil como em outras partes do mundo a educação continua relegada a um segundo plano. É aviltante o que os governos estão permitindo que aconteça, comprometendo pesquisas cujos resultados muito contribuiriam para ajudar na melhoria da compreensão da vida e na sua qualidade. Por isso reproduzimos aqui uma nota dos docentes e pesquisadores em formação em Áreas Deficitárias da Universidade de Sevilha (Espanha).



La Junta destina más de 30 de millones de euros a formar investigadores que se ven ahora en la calle 


Un centenar de investigadores de diferentes universidades andaluzas —más de cuarenta solo en la Universidad de Sevilla—, contratados bajo la figura de Personal Docente e Investigador en áreas de conocimiento deficitarias por necesidades docentes e investigadoras, se encuentran en estos momentos sin contrato o a punto de quedarse sin él. Entre abril y noviembre de 2014, casi todos  estos investigadores vieron cómo se acababa, sin posibilidad de prórroga, una  relación contractual de cinco años con la universidad. Las bases que regulan el  procedimiento estipulan tres fases de contratación: un año de beca, tres de contrato predoctoral y por último, un contrato postdoctoral sujeto a que el investigador haya obtenido el título de doctor, condición que todo el colectivo cumple. De hecho, la mayoría de estos jóvenes han obtenido ya la acreditación como Ayudante Doctor o Contratado Doctor por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) o la Agencia Andaluza del Conocimiento (AGAE), unos exigentes reconocimientos de excelencia que no pueden hacer  efectivos y que paradójicamente suponen la puerta de entrada para concursar por  una plaza y promocionar en el ámbito universitario. Aunque estos investigadores  han cumplido con creces los objetivos de sus contratos y han llamado insistentemente a las puertas de la Junta de Andalucía y de la Universidad para  evitar el fin de sus carreras profesionales, no han obtenido ninguna respuesta.
Esta modalidad de contratos fue creada por la Junta de Andalucía, gracias a fondos europeos, para paliar las deficiencias docentes y de investigación de departamentos de universidades andaluzas, estableciéndose en 2008 y 2009  convocatorias públicas y competitivas. El personal contratado en la convocatoria de 2008 ya ha agotado su quinto año y actualmente se encuentra fuera de la universidad andaluza sin posibilidades de proseguir su carrera  académica. El personal contratado en la de 2009 finaliza sus contratos el próximo  septiembre. Se trata por tanto de un colectivo dañado por el mismo sistema que ha invertido en él fondos públicos por valor de más de 30 millones de euros en toda Andalucía, excluyendo gastos en estancias internacionales de investigación, asistencia a congresos o materiales experimentales, entre otros.
A pesar de contribuir con la calidad y la excelencia de sus universidades así como de la comunidad autónoma —con sus acreditaciones nacionales o autonómicas, experiencia docente certificada, estancias nacionales y en el extranjero en centros  de prestigio internacional, alto número de publicaciones de impacto en revistas internacionales, publicación de libros, etc.— tanto la Junta de Andalucía como la universidad pública se desentienden totalmente de su situación, fomentando aún más el exilio obligatorio y la precarización de la generación de investigadores mejor preparada de las últimas décadas.
Sin tener contrato ni sueldo, la mayor parte de estos jóvenes investigadores han continuado su labor científica para concluir las actividades comenzadas durante estos años, tales como la finalización de investigaciones, redacción y revisión de artículos de investigación en revistas científicas, dirección de proyectos fin de carrera y de trabajos fin de máster, etc. En cualquier caso, los investigadores de las dos convocatorias están condenados a abandonar su carrera profesional en Andalucía dado que no existe ningún plan de contratación estable de jóvenes
investigadores. Una situación más que alarmante puesto que la estabilidad laboral de los docentes es la única vía que puede presuponer la excelencia investigadora y académica, así como la adecuada formación de los universitarios  andaluces.
La difícil realidad de estos investigadores es un fiel reflejo de los datos arrojados  por el reciente informe del Consejo de la Juventud de España, según el cual el  coste vacío para las arcas del Estado de la “fuga de cerebros” ronda los 4.000 millones de euros al año. La generación que retrata este estudio está marcada por el desempleo, la precariedad, la emancipación tardía, la sobrecualificación, y la emigración, especialmente tomando como referencia a los 43.600 jóvenes que tuvieron que desplazarse a vivir al extranjero en 2013. Salvo que la Junta o las universidades andaluzas ofrezcan una salida laboral a estos jóvenes, muchos de ellos tendrán que emigrar, revertiendo así en el extranjero los beneficios de una inversión millonaria de fondos públicos españoles. 



foto:http://www.tripadvisor.es/LocationPhotoDirectLink-g187443-d589318-i25091057-University_of_Seville_Carmen_s_Tobacco_Factory-Seville_Province_of_Seville.html

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